La importancia de la saliva en la salud bucal

La saliva es uno de esos elementos que damos por sentado… hasta que falta. Más allá de facilitar el habla o ayudar a saborear los alimentos, la saliva cumple un papel esencial en la salud bucodental.

En este artículo descubrirás por qué la saliva es tu mejor aliada para mantener una boca sana, qué funciones cumple, qué puede ocurrir cuando hay un déficit y cómo cuidarla.

¿Qué es exactamente la saliva?

La saliva es un líquido transparente y ligeramente viscoso, producido por las glándulas salivales. En condiciones normales, generamos entre 1 y 1,5 litros de saliva al día.

Está compuesta principalmente por agua, pero también por enzimas, anticuerpos, proteínas, sales minerales y electrolitos, que juegan un papel activo en la protección oral.

Funciones clave de la saliva

La saliva no solo “moja” la boca. Sus funciones abarcan desde lo digestivo hasta lo inmunológico:

  • Protege contra bacterias y hongos, gracias a enzimas como la lisozima y la lactoferrina.
  • Neutraliza los ácidos producidos por las bacterias, evitando la desmineralización del esmalte.
  • Favorece la remineralización dental, mediante la presencia de calcio y fosfato.
  • Lubrica la cavidad oral, lo que permite hablar, tragar y masticar con comodidad.
  • Inicia la digestión de los alimentos, gracias a enzimas como la amilasa salival.
  • Ayuda a cicatrizar pequeñas heridas orales gracias a factores de crecimiento.

¿Qué pasa si no tenemos suficiente saliva?

La hiposalivación (producción reducida de saliva) o la xerostomía (sensación subjetiva de boca seca) son problemas más frecuentes de lo que parece, y pueden estar causados por:

  • Uso de ciertos medicamentos (antihistamínicos, antidepresivos, etc.)
  • Tratamientos como la quimioterapia o radioterapia
  • Enfermedades autoinmunes como el síndrome de Sjögren
  • Estrés prolongado o ansiedad
  • Deshidratación o hábitos como el tabaquismo

La falta de saliva puede provocar:

  • Mayor riesgo de caries y enfermedades periodontales
  • Halitosis (mal aliento)
  • Dificultad para tragar, hablar o saborear
  • Infecciones por hongos (candidiasis oral)

¿Cómo cuidar y estimular la producción de saliva?

Algunos consejos prácticos para mantener tu saliva en buena forma:

  • ✅ Hidrátate bien: bebe agua con frecuencia, incluso sin sed
  • ✅ Evita el alcohol y el tabaco, que resecan la mucosa oral
  • ✅ Mastica chicles sin azúcar o alimentos fibrosos como manzana o zanahoria
  • ✅ Consulta si tus medicamentos pueden estar reduciendo la salivación
  • ✅ Acude a revisión dental si notas sequedad persistente

En casos más severos, existen productos específicos como salivas artificiales o estimuladores salivales que pueden ser prescritos por el odontólogo.